martes, 16 de noviembre de 2010

Series míticas de los 90 [PARTE I]

Periodistas
La cadena de la rima fácil, Telecinco para los que estén más espesos hoy, nos trajo, a finales de la década, una serie dedicada a los verdaderos héroes de la actualidad, a esos seres superiores que de manera anónima levantan nuestra sociedad: los periodistas. Bueno, quizás se nos haya visto el plumero, no lo vamos a negar… jajaja como tampoco negaremos que aquellos trabajadores de Crónica Universal fueron, en parte, culpables de la masificación de las facultades de periodismo de la época, ya que la visión del periodismo de esta serie enganchaba: redactores que se acostaban con redactoras, que a su vez se acostaban con otros redactores, misterios, investigaciones, asesinatos, etc. La rutina de una redacción cualquiera vaya…

Y entre su reparto, un jovenzuelo Pepón Nieto que se entregaba a la ardua tarea de fotocopiar y llevar cafés; Esther Arroyo, una periodista ligera de cascos (si vemos una telenovela con ese nombre nos apuntamos el copyright); una irreconocible Belén Rueda, que desde que toma Omega 3 y hace salto de trampolín parece otra persona, y la pareja de la serie, Amparo Larrañaga, que desapareció misteriosamente en mitad de la serie, y José Coronado, al que idolatramos profundamente por ostentar el récord de participación en series españolas, parece que aunque iba mucho al baño, por aquello del bífidus, le quedaban siempre fuerzas para trabajar.


Salvados por la campana
¡Rrrrrrrrrrrrriiiinggggg! Era más o menos la hora de la merienda, no nos vengáis ahora con que vosotros merendabais después porque no cuela, y ese timbre indicaba el comienzo de Salvados por la Campana. Podríamos hablar de muchas cosas; de Zack, el protagonista, y los líos que se buscaba capítulo tras capítulo, de su amor por Kelly, las tonterías que hacemos los hombres por una mujer a veces… o de aquellos inolvidables momentos en la hamburguesería, que hay que ver lo delgados que estaban los jodidos para la cantidad de comida basura que ingerían, porque no creo que pasasen tantas horas allí sin consumir nada, estos americanos tienen un metabolismo a prueba de bombas.

Pero preferimos centrarnos en Screech, uno de los primeros grandes pringados de la televisión. El pobre vivía a la sombra de Zack y acababa cargando con la culpa de todas sus acciones, y aunque al final siempre se acababa sabiendo quién era el verdadero culpable, el pobre Screech siempre estaba a punto de salir mal parado. Nosotros, que somos seres muy empáticos (¡Modesto baja que subimos nosotros!) y siempre nos ponemos del lado de los débiles, sentíamos antipatía por Zack, es más, le odiábamos, y defenderemos a ultranza al pobre Screech, verdadero alma de la serie. Bueno, en realidad, a Elena le cuesta más admitir lo de Zack, porque como toda niña de la época quedaba eclipsada por aquel chuleta rubiales.


Al salir de clase
Una especie de Melrose Place a la española, sólo que aquí los protagonistas tenían más pinta de treintañeros que de adolescentes, porque ojito con Raquel Meroño, aquella rubia 90-60-90 era demasiado mujerón para un instituto. También podemos encontrar semejanzas con Salvados por la Campana, pero aquí en vez de pasar las horas en la hamburguesería las pasaban en el CBC, Chico Busca Chica, nombre más propio de una agencia de contactos que de un café, que era, además, un lugar cuanto menos peculiar: un bar con estudio de radio, tienda y hasta cyber que llegó a tener, para qué querían aquellos ir a la universidad, si aquello era un minicampus.

Esta fue sin duda una de las series más largas de la época, porque vimos a los personajes a medio día durante las cuatro estaciones, de unos cuantos años además. No dejaba indiferente a nadie lo surrealista de la serie, porque qué jóvenes españoles de 16 o 17 años vivían en un piso compartido con los amiguetes, además ¿cómo podían ocurrir en un mismo instituto tantas fatalidades? Ni idea, pero aquí hubo desde encarcelamientos hasta asesinatos, pasando por otro montón de situaciones dignas de CSI que hacían auténticas limpiezas de reparto, quizá por esto llegaría a ser, posiblemente, la serie que más actores y actrices ha descubierto en España, porque todo hay que decirlo, la mayoría salieron bastante bien parados, o al menos con trabajo, porque ya casi no hay ninguna serie española que no tenga alguien en el reparto que nos haga decir: ¿Ese/a no era de Al salir de clase?

Médico de familia
Cuando Emilio Aragón colgó su nariz de payaso y se dio cuenta de que Paloma, la de goma, había mejorado mucho con su cirugía y no tenía por qué preocuparse por ella, se decidió a protagonizar una de las series de televisión españolas más exitosa de los últimos años, Médico de familia. Seguro que aún muchos de vosotros tenéis grabada en vuestra mente aquella melancólica melodía con la que comenzaban sus capítulos. La historia, en principio, era un tanto dramática, un joven médico con tres hijos que recientemente había quedado viudo y para colmo se había enamorado de su cuñada, al lado de los guionistas de esta serie Esquilo, Sófocles y Eurípides eran los payasos de la tele vaya. Pero no hace falta ver más de diez minutos para comprobar que no era nada de eso.

La serie era divertida y tierna, os animamos a que discutáis sobre vuestro personaje favorito, porque eran tantos y tan carismáticos… Estaba Chechu, el benjamín de la familia, risueño y travieso, pero con un gran corazón, además, el jodido iba siempre vestido como yo, llegué a sospechar que llevaba a un equipo de Telecinco siguiéndome cuando iba al ZARA. Con él siempre estaba Manolo, su abuelo, que bien podría haber sido el de cualquiera de nosotros, y su amigo Matías, del que seguimos sospechando que era un santo, porque tenía una cara de bueno el hombre…

Y por último tenemos que destacar a la Juani, la asistenta de la familia, uno de los personajes más carismáticos por su acento, manera de ser y vestir y por su comportamiento, llegando a marcar tendencia hasta el punto de que todas las tiendas de todo a cien de aquellos años contaban en sus estanterías con aquellas pinzas con floripondio incluido. Fue tanta su influencia que algunos de nosotros aún conservamos secuelas de aquellas collejas al estilo Juani, o traumas peores, como el de uno de los creadores de este blog (Elena, es Elena ¡jijijijiji!) que, viendo que la Juani siempre aparecía con la bolsa de pan Bimbo a su alrededor, llamaba Juanix a los sándwich.



La casa de los líos
Lo más habitual en la serie era ver a la Toñi, a la que daba vida Florinda Chico, poniendo platos de comida a diestro y siniestro, especialmente empanadillas, decidme ¿no os entraba hambre? Porque siempre tenía todo una piiintaaa… jajaja La Toñi era la cocinera, aunque podía llamársela psicóloga, porque al igual que la Juani de Médico de familia, era la consejera de toda la tropa que habitaba en la casa, y de los que no también, porque por la cocina de estas series pasaba casi tanta gente como por los desayunos de Los Serrano. La versión americana de estos dos entrañables personajes sería Geoffrey, el mayordomo del Príncipe de Bel Air que, aunque era también muy majete, nunca llegaría a hacer un anuncio de televisión como nuestra Toñi con el alioli Choví ¡viva la Toñi!
Y lo más recordado de la serie posiblemente sea Arturo Fernández y su mítico “chatina”. Este hombre siempre quedará en nuestras memorias como el icono de la seducción en España, porque no había mujer a la que no volviera loca con sus trajes y sus pañuelos al cuello, y con ese hablar tan… castizo y chulesco jajaja Ay que ver, ya no quedan hombres como estos en la TV. Por mucho que digan que El Duque es guapo, seguro que no tiene tanto arte con las mujeres como el gran Arturo chatines.




Padres Forzosos
La serie por la que el Golden Gate de San Francisco pasó a ser “el puente de Padres forzosos” para todos y cada uno de nosotros, porque apuesto a que la mayoría no habéis tenido en vuestra cabeza ese puente rojo hasta que habéis leído que era el de la serie jajaja Perdonados quedáis, fueron demasiado años viendo cómo pasaban por él los protagonistas en descapotable, porque fueron ocho temporadas en las cuales esa escena no variaba en la cabecera de ninguna de ellas jajaja

Parece ser que los guionistas de Médico de Familia eran los primos españoles de los de Padres Forzosos, la serie trataba de otro viudo con tres criaturas a su cargo. Quizá por lo complicado de la profesión de Danny, el padre de las niñas, sus hermanos se trasladaron a vivir con él para echarle un cable, era periodista, necesitaba ayuda, no tenía mucho tiempo, comprendedle (y así de paso nos entendéis por qué nosotros no actualizamos muy a menudo, 2x1 jajaja)

Quizá se os caiga un mito, pero la pequeña y simpática Michelle no era tal… ¡eran dos! y no, no hemos visto la serie con unas copas de más, si no que el rodaje de una serie era demasiado duro para un bebé, y por ello los productores escogieron a las gemelas Olsen, que debutaron con esta serie, así tendrían una actriz que nunca estaría agotada, esto es un ejemplo de lo que llamamos comúnmente visión de negocio jajaja

En cuanto a los personajes, posiblemente Jesse, el tío macarrilla y rockero, era el que captó la atención femenina al completo, tenía locas a toooodas, y el tío Joey, humorista y tremendamente divertido, entró en el corazón de todos, porque muy guapo no era, pero era un cachondo mental, y muchos le imitaban jajaja Sin embargo, la ternura corría a cargo de Danny, el padre; la madurez iba de la mano de DJ, la mayor de las hijas que según iban avanzando las temporadas le traspasaba el “pavo” a la pícara de su hermana Stephanie, que antes de ser adolescente era como Daniel el travieso pero en chica. Y finalmente, la cosita más tierna de toda la serie, la pequeña Michelle, o las pequeñas hermanas Olsen, que vimos crecer, ir al cole, tener celos de sus primos gemelos que aparecerían unas temporadas más tarde, y ser la niña mimada de su tío Jesse, chicas, sabemos que todas habéis deseado ser ella alguna vez, porque el tío Jesse era mucho tío Jesse… jajaja

lunes, 15 de noviembre de 2010

Series míticas de los 90 en España

Sí, estáis leyendo bien: series míticas DE LOS 90, no de los 80, que esas ya están demasiado pisadas, pero nadie suele acordarse, en cambio, de las de los 90, quizá porque nos resulten más cercanas en el tiempo o porque algunas aún siguen reponiéndose (bendita Tdt que nos alejas de la telebasura con ellas), entre otros motivos.

Y aunque quizá no nos hagáis caso, votad y comentad, porque de vuestros votos saldrá una entrada especial sobre las dos mejores series, una española y otra extranjera, y porque, además, seguro que el niño que lleváis dentro os lo agradece, excepto el que lleven las embarazadas, al cual le soplará las narices el blog porque aún no sabe leer. Por último, sabemos que es complicado elegir sólo una, pero bueno, si queréis crear cuentas falsas y votar la misma serie varias veces... estáis en vuestro derecho, pero hay que ser menos competitivos, ¡niiiños no os peguéis! que vamos a hablar de todas un poco, y el especial será tan sólo un caramelito para endulzar con la nostalgia la derrota de unos, y para hacer que los otros saboreen mejor la victoria.
Para votar sólo tenéis que mirar a la derecha de la pantalla, y allí encontraréis las susodichas encuestas, no seáis vagos que lo hemos puesto cerca del texto, que si os descuidáis no tenéis ni que mover el ratón, pero MOVEDLO! QUE HAY QUE HACER CLICK! jajaja Todas las series incluidas en la encuesta serán comentadas en 5 entradas sin orden lógico alguno, para que no esperéis que después de Médico de Familia venga Steve Urkell and family.

Ah! Y una cosita que se nos olvidaba: sí, hemos puesto acento en todos nuestros “sólo”… nos pasamos por el forro las nuevas normas de la RAE, y si por un casual os encontráis a Luis Cobos o a Ramoncín… vosotros ni idea de quién ha hecho esto! ;)


lunes, 8 de noviembre de 2010

Entrevista a Martín Heredia

ENTREVISTA a Martín Heredia, jugador de rugby

“El rugby me dio la familia y los amigos que había dejado a miles de kilómetros”

Por RUBÉN NEVADO

El rugby es un deporte condenado a vivir bajo la sombra del fútbol en nuestro país. Desconocido para la mayoría, puede parecer un deporte violento, imagen que no sólo no es fiel a la realidad, sino que impide que las familias dejen a sus hijos acercarse al juego. Sin embargo, personas como Martín Heredia, jugador del Costa del Sol RC y de la selección española, trabajan cada día para transmitir la belleza y tradiciones del rugby.

Rubén-¿A qué edad empezaste a jugar al rugby? ¿Quién te inició en el juego?
Martín-
Empecé a la edad de seis años, incitado por mi padre que jugaba desde hace tiempo y me llevó a su club el Circulo Universitario de Quilmes.

R.- ¿Favoreció el rugby la adaptación a un nuevo país cuando llegaste a España?
M.- Yo diría que fue fundamental. Mi primer contacto con el rugby español se produjo sólo dos horas después de aterrizar en Málaga. Evidentemente, me ayudó muchísimo en la adaptación, en conocer gente nueva, hacer amigos, etc. Si no fuese por el rugby, la historia podría haber sido mucho más difícil y sufrida. El rugby me dio la familia y los amigos que había dejado a miles de kilómetros.


R.- ¿Qué ha supuesto entonces el rugby para ti?
M.- El rugby fue, es y será mi vida. Ahí donde vaya, donde quiera que haya estado, el rugby me dio oportunidades únicas y me acercó a cada una de las personas que hoy en día son como hermanos o parte de mi familia. El rugby no es simplemente un deporte, es mucho más que eso. Te educa, te forma como persona y como antes dije, te va a dar los momentos más lindos de tu vida y los tesoros más valiosos de todos, los amigos.


R.- ¿Qué jugador ha sido una referencia para ti y por qué?

M.- A lo largo de mi vida como jugador tuve varios ídolos como pueden ser Felipe Contepomi, Waisale Serevi o Juan Martin Hernández. La razón es simplemente porque disfrutaba viéndolos jugar, y siempre intentaba imitarlos y poder llegar a ser algún día como ellos.


R.- ¿Qué objetivos te planteas este año con tu club y con la selección?
M.-
Con el club queremos consolidar el equipo en la categoría e intentar pelear por el título.
Con la selección los objetivos marcados son ganar los dos partidos que tenemos de locales en el 6 Naciones B. Personalmente, quiero afianzarme en el equipo y poder conducirlo para que juegue a un buen nivel. En el seleccionado de seven el objetivo es hacer un buen papel en los torneos internacionales y en el Campeonato de Europa intentar estar entre los tres primeros.


R.- ¿Cómo ves el nuevo futuro que se le plantea al rugby español con la llegada del nuevo seleccionador?
M.- El nuevo seleccionador, Regis, es una persona que desde su llegada se puso a trabajar para que la estructura del rugby en España cambie y crezca. Ya hizo cosas muy importantes, que sin duda están favoreciendo al desarrollo del rugby. Creo que la llegada de Regis es, en estos momentos, lo mejor que le podía pasar al rugby español. Cuenta con numerosos recursos dado su historial dentro del rugby, y sobre todo, quiere un proyecto sólido y bien hecho. El trabajo bien realizado dará sus frutos en un futuro no muy lejano.


R.- ¿Qué crees que supondrá para España la aparición del seven como disciplina olímpica?
M.- Definitivamente creo que es de las mejores cosas que le podía pasar al rugby español. España es un país que puede competir y enfrentarse a grandes potencias mundiales en esta disciplina. Hace un año ya que se empezó a trabajar con un grupo reducido para alcanzar unas condiciones físicas, tácticas y técnicas comparables con niveles internacionales, y hoy por hoy el seven sigue avanzando y desarrollándose. Hubo muy buenos resultados el año pasado, y esto sirve para que España se muestre al mundo y reciba los apoyos y ayudas necesarias para poder seguir creciendo.


R.- ¿Ves el estilo de juego del seven mejor adaptado a las condiciones de los jugadores españoles? ¿Te ves jugando unos Juegos Olímpicos?
M.- Claramente es una disciplina que se adapta muy bien a nuestras condiciones. Si bien físicamente no somos los más grandes, fuertes y rápidos, tenemos otras grandes virtudes como son la creación, la entrega, el sacrificio, el compañerismo, el compromiso, buena técnica y a todo esto se le suma las ganas y amor que todos los integrantes damos por nuestro sueño. Estas características nos hacen sin lugar a duda un equipo difícil de vencer.

Para los juegos olímpicos falta mucho camino todavía, pero el sueño de poder estar allí es lo que día a día nos motiva para seguir luchando. Yo si me veo jugando esos Juegos.

R.- ¿Cuál crees que es la razón de que un deporte como el rugby, que está entre los tres más seguidos a nivel internacional, apenas cuente con 17000 licencias federativas en España?
M.- Son varios los aspectos por los cuales en España el rugby es un deporte minoritario. La cultura por ejemplo es un determinante importante, ya que aquí todavía hay muchísima gente que no sabe nada o nunca escucho algo de rugby. España es un país donde, actualmente, la mayoría de los deportes viven bajo la sombra del fútbol o los deportes de motor, con algunas excepciones como son el baloncesto. Es fundamental tanto para el rugby como para el resto de deportes que se den a conocer y, sobre todo, que la gente tenga la oportunidad de conocerlos y probarlos.


R.- ¿Qué debe trabajarse, en tu opinión, para que los medios acojan el rugby en su programación?
M.- Hay una realidad, y es que si algo no vende no va a salir por televisión. Por suerte, el rugby es un deporte que se escapa de lo cotidiano, donde se ven partidos espectaculares y, a la gente que empieza a verlo, les gusta y se sienten atrapados. Pienso que si hubiese un programa exclusivo donde se televisasen partidos, resúmenes de jornadas y programas donde se explique reglamento y demás aspectos del rugby, habría muchísima gente que se uniría a esta gran familia y que despertaría la pasión por este deporte.


R.- ¿Qué nos diferencia de los países que disputan con nosotros el VI naciones B? ¿Podemos competir realmente con selecciones como la rumana o la georgiana?
M.- Básicamente la diferencia radica en el plano físico. Estos países tienen gente de constitución muy grande y a esto se le suma que la mayoría de ellos compiten a nivel profesional en países como Francia o Inglaterra. Cuando te enfrentas a estos combinados se nota mucho el ritmo de juego y la diferencia física que son los que determinan los partidos al final. El nuevo seleccionador está adaptando el sistema para que rentabilicemos nuestras mejores armas, y si el equipo sigue mejorando creo que España podrá competir con estas selecciones en el próximo Seis Naciones B.


R.- ¿Cuantos partidos al año puede llegar a disputar un jugador español como tú, entre liga, copa, selección XV, selección seven, Súper Ibérica y amistosos?
M.- Hay temporadas que son muy largas, ya que si se da el caso de estar presente en todas las competiciones, abarcas prácticamente todo el año. Haciendo un cálculo rápido, podríamos hablar de cuarenta partidos en rugby XV y luego unos diez torneos a rugby VII donde por torneo se juegan una media de siete partidos llegando a un total de 110 partidos por temporada.


R.- ¿Hasta qué punto es posible compaginar el rugby con los estudios o el trabajo? ¿La federación facilita las relaciones con la empresa o universidad del jugador?
M.- Este es uno de los grandes puntos en cuestión. Llegar a niveles internacionales requiere una dedicación prácticamente total, cosa que no es posible al no ser profesional, ya que todos nosotros trabajamos o estudiamos. El poder compaginar ambas cosas a veces es muy difícil, y muy sacrificado. Los que trabajan, gastan sus días de vacaciones para poder jugar, los que estudian hacen esfuerzos sobrehumanos para poder estudiar a horas donde todo el mundo duerme, durante viajes, o en cualquier tiempo muerto. Actualmente, la federación está ofreciendo ayudas, sobre todo escritos federativos y del CSD, para estudiantes y trabajadores con el fin de que las empresas o universidades den facilidades a los jugadores y éstos puedan cumplir en ambos sitios con menos inconvenientes.


R.- ¿Es necesaria esa profesionalización? ¿Cuáles serían los pros y los contras?

M.- Si se quiere competir a nivel internacional, es fundamental profesionalizar a los jugadores para que estos puedan dedicarse enteramente al entrenamiento y la preparación. Entrenar profesionalmente supone una mejoría notable en las condiciones físicas y tácticas, dado que el jugador no tiene distracciones ajenas al juego. No creo que haya una perdida que pueda considerarse importante. Todo aquel que pueda llegar a entrenar profesionalmente va a progresar a otra velocidad, pero a su vez tendrá que renunciar a ciertas cosas que el amateurismo, o aquellos que no entrenan a alto nivel, pueden disfrutar. Siempre se dice que el que algo quiere, algo le cuesta, pero en este caso, las ganancias superan con creces a las perdidas.


R.- ¿Proyectos cómo la Súper Ibérica favorecen esta profesionalización o hace falta una reforma estructural de la federación?
M.- La Súper Ibérica fue un buen intento de acercar el profesionalismo al rugby español. Evidentemente falta que tanto la SIR como la FER trabajen de forma conjunta y no enfrentada. Todos los organismos deben cooperar para crear una estructura donde convivan el amateurismo de la liga regular y una liga profesional con más nivel, donde los jugadores tengan una preparación superior, y como hablábamos antes, donde el rugby se difunda y se retransmita por la televisión.


R.- Para que nuestro rugby crezca ¿Es necesario que los jugadores salgan de nuestro país?
M.- Hay que diferenciar el rugby español, de los jugadores españoles. Si queremos que el rugby español crezca hay que traer buenos jugadores extranjeros y buenos entrenadores para que el nivel suba. Esto también requiere de una estructura competitiva y que los calendarios estén bien planificados. Por otro lado, si queremos que los jugadores españoles crezcan, hoy por hoy, deben partir hacia ligas extranjeras como pueden ser la francesa, la inglesa, y en menor medida, la italiana. Todavía el nivel del rugby español está por debajo del resto, aunque poco a poco va subiendo, falta aún dar el salto que nos iguale con el resto de países a los que nos enfrentamos.